Bienvenidos a la página de la Parroquia Claret

miércoles, 16 de abril de 2008

La Vocación

¿!Vocación!?

Por: Elvys Solis Vázquez
Seminarista Claretiano (La Habana, Cuba)

“Antes de formarte en el vientre, te elegí;
antes de salir del seno materno te consagré
y te nombré profeta de los paganos”.
Jr 1.5

Pudieran parecer estas palabras como una soberana sentencia en las que el profeta está condenado a ser una especie de marioneta movida al antojo de Dios. Si bien la vocación, ya sea al matrimonio, al sacerdocio o a la vida consagrada, es un regalo de Dios mismo que da por pura gracia suya, estamos convocados por él mismo a ser co-protagonistas. Somos llamados por Dios a servir, pero esta llamada hoy no acontece con grandes visiones nocturnas, en las cuales una voz nos dice a qué congregación religiosa debemos pertenecer. Es en el día a día, donde Dios mismo se va encargando de ir colocando medios, talentos, personas… que son decisivas para que se fragüe el plan que tiene pensado para nosotros; para que en definitiva madure en nosotros el llamado vocacional. Ésta es mi experiencia personal, en la que poco a poco he podido ir descubriendo que lo que Dios me pide no es más que lo que Él mismo ha ido dando.

Por otra parte muchas veces creemos que por nuestras solas fuerzas podemos imponer una vocación u otra. Pero debemos colocarnos frente a Dios con la mayor transparencia, pidiendo que sea Él mismo quien nos indique su voluntad, y para ello la oración continua y la observancia de los signos vocacionales son de suma importancia. La vocación recibida debemos agradecerla, pero sobre todo cultivarla, porque es ésta la única forma de ser verdaderamente felices. Recordemos en el mismo relato bíblico cómo Dios mismo anima al profeta: “No les tengas miedo, que contigo estoy para salvarte”.

Ánimo, joven, confía en el que te eligió. Redescubre las riquezas que el mismo Señor Jesús pone en tu vida y dile: “Aquí estoy para hacer tu voluntad” redescubre la felicidad de encontrarte frente a lo que Dios ha pensado para ti.


No hay comentarios:

Con Cristo en el corazon evangeizamos la nación